1)
Un día caí
por la calle del Bonetillo,
por la espalda del mundo.
Desapareció el Sol y el miedo,
las bóvedas y la pintura aislante.
Fueron años de verdor y lágrima,
de luz tenue y rima rosada.
Años de andamios y basura
acumulándose en la puerta.
Cuando alcancé el palacio,
supe que había muerto.
2)
Tú naciste en Cascorro,
con los zapatos nuevos de un rojo reluciente
y la camisa tres veces desabotonada
para saber mostrar el vello y el oro
en esa amalgama de poder atávica.
Juegos de pelotas que hablan solas,
recreativos sin un céntimo,
perros clonados atados a ombligos con piercing
y tatuajes como dios manda.
Olor a gallinejas y baba de caracol,
gentío, bocadillos de chorizo,
cajas de carton a los pies del héroe,
palomas negras señaladas por neurasténicos,
vecinos que no saben ver el mundo
con ojos sin alcoholizar,
fritanga y zapateados, balcones indiscretos.
Tú naciste gitano, desheredado, subsidiado, chamarilero,
entre las dos medianeras de entrebarrios;
y qué orgullo sientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario